Son aldeas pobrísimas, como se ve por las casas con techo de paja. Y los ancianos, sobre todo los que viven solos, son los más pobres de entre los pobres. Pero para los jóvenes de la Comunidad de Sant'Egidio de Adjumani, son los amigos más queridos.
Por eso, en los días pasados, cargaron mantas, ropa, palanganas para lavarse, bidones para agua potable, cazuelas y otros utensilios domésticos y empezaron una ruta por varios pueblos para repartir todo ese material a los ancianos que, como vemos en las fotografías, los recibieron con alegría.
¡Una fiesta en cada cabaña!
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