La Comunidad de Sant’Egidio manifiesta su condolencia a los familiares y a los amigos de las víctimas de la cruel masacre de Mánchester, un terrible atentado perpetrado por personas sin piedad: atacar a niños y adolescentes significa dar muerte al futuro. Manifestamos toda nuestra solidaridad con el pueblo británico y esperamos el fin de la violencia. Invitamos asimismo a todo el mundo a trabajar para construir la paz, convencidos de que las religiones pueden y deben desempeñar un papel fundamental en la disociación de todo acto de violencia y de terrorismo.
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