Pierre y Faci son dos ancianos de Savé (Benín). Vivían solos; él tiene una parálisis que le impide moverse bien; ella hace meses que tiene que dormir al raso después de que la lluvia destruyera el techo de la barraca en la que vivía. El pasado 7 de julio fue uno de los días más hermosos de su vida, porque se abrieron para ellos las puertas de la recién terminada Casa de familia de la Comunidad de Sant'Egidio para los ancianos de Savé, y que se inauguraba aquel mismo día ante numerosos amigos, jóvenes y ancianos provenientes de todo Benín.
Junto con Pierre y Faki, entraron también en la casa el obispo de Savé, monseñor François Gnohossou y el arzobispo de Parakou, mons. Pascal N'Koué, junto a representantes de las autoridades locales.
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