Han sido días de encuentro y reflexión en Malaui para las Comunidades de Sant'Egidio de Lilongwe y de los distritos próximos, que se han reunido en asamblea con Marco Impagliazzo.
Durante el encuentro con las comunidades de Malaui han renovado su compromiso para trabajar con más generosidad por los más pobres de la ciudad, especialmente, por los ancianos solos, los niños de la calle y en las cárceles. Uno de los conceptos clave ha sido: "Let's fill the gap with the poor, and let's change Malawi together" (reduzcamos la distancia con los pobres y cambiemos Malaui juntos).
En Lilongwe, la Comunidad ha empezado recientemente un servicio con los niños de la calle. Se reúnen cada semana cerca del mercado de pescado de la ciudad, en la Escuela de la Paz. Los niños, algunos de ellos muy pequeños, han demostrado tener un gran deseo de que les escuchen y de explicar sus historias, sus problemas de la vida en la calle y también sus sueños de una vida mejor, con amor y compañía. De sus palabras se desprende el deseo de ir a la escuela, de tener una casa y una familia. "Si alguno de nosotros no está bien, venimos aquí, a la Escuela de la Paz y encontramos ayuda", ha dicho Jonathan. El proyecto de la Comunidad de Sant'Egidio para los niños de la calle de Lilingwe consiste en abrir un lugar donde puedan dormir y matricularles a la escuela, porque la calle no puede ser el futuro de ningún niño.
Marco Impagliazzo también ha visitado el Centro DREAM de Mtengo wa Ntenga, cerca de Lilongwe, el primero que abrió en el país en 2005. Allí ha conocido a la primera mujer que recibió tratamiento y que hoy, gracias a DREAM, es madre de dos niños que nacieron sanos. Las actividades de prevención y tratamiento del sida y de las enfermedades asociadas han llegado con el paso del tiempo a muchas áreas rurales de las proximidades. Recientemente se ha añadido un servicio de prevención de tumores femeninos, muy extendidos en Malaui. El centro, además, está dotado de paneles solares que garantizan la plena autonomía energética de las instalaciones, del laboratorio y del hospital. Los tratamientos van acompañados por el trabajo de las activistas de I Dream, mujeres que fueron tratadas con el Programa y que ahora ayudan a otras mujeres enfermas.
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