Ante cientos de niños, del arzobispo, de las autoridades locales y de representantes de la Comunidad de Sant'Egidio de Malawi y de Roma, el 4 de junio fue inaugurado, en el barrio de Machijngiri de Blantyre, el Centro Nutricional de la Comunidad de Sant'Egidio, con el nombre de Juan Pablo II.
El Centro está dirigido y animado por las activistas del movimiento I Dream, y se dirige a los niños del barrio de Machijngiri que viven en situación de especial pobreza.
El Centro está cerca de una escuela primaria a la que asisten unos 2.500 niños, 320 de los cuales son huérfanos. Dará una comida al día, según una dieta nutricional apropiada, a cientos de niños del barrio. Además, está previsto que en el Centro se lleven a cabo las actividades de la Escuela de la Paz y ayuda general a quien pasa más dificultades.
El Centro está compuesto por dos grandes comedores, una cocina, una oficina para el registro de las adopciones a distancia, aseos para lavarse las manos, baños a medida de niños, un gran almacén para los alimentos y mucho espacio para jugar y para las actividades de animación.
Durante la ceremonia de inauguración el director de la escuela primaria, el alcalde de Blantyre y el arzobispo, monseñor Zyiahe, dieron las gracias a la Comunidad por el Centro nutricional y subrayaron su hermosura y su valor. Los oradores destacaron la necesidad de alimentar a los niños para que puedan estudiar y aprender, y también resaltaron el apoyo que el Centro ofrecerá a las familias pobres que tienen dificultades por alimentar a sus hijos.
El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, dio las gracias a los donantes europeso que han hecho posible llevar a cabo esta obra. El mantenimiento del Centro correrá a cargo de la red de adopciones a distancia de la Comunidad de Sant'Egidio, difundida en África.
El presidente citó el trabajo del programa DREAM y del programa Bravo! a favor de los niños africanos, recordando los recientes éxitos que ambos han alcanzado. “Los niños que vendrán a este centro –añadió– serán como nuestros hijos. Encontrarán aquí una familia cálida y cariñosa. Su futuro es para nosotros una ineludible demanda de compromiso”.
Durante la ceremonia se descubrió la placa que dedica el centro al papa Juan Pablo II. Se recordó de este Papa la carta que escribió a los niños en 1994, en la que decía:
“¡Qué importante es el niño a ojos de Jesús! Se podría decir que el Evangelio es la verdad sobre los niños. Podemos leer el Evangelio en su totalidad como el Evangelio de los niños'”.
Desde hoy, en Blantyre, en uno de los barrios más pobres de la ciudad, hay una casa abierta donde los pequeños encuentran una familia acogedora y atenta, junto a una buena comida.
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