“¿Ustedes escuchan a sus abuelos? ¿Abren su corazón a la memoria que nos dan los abuelos? Los abuelos son la sabiduría de la familia, son la sabiduría de un pueblo. Y un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. ¡Escuchen a los abuelos! María y José son la Familia santificada por la presencia de Jesús, que es el cumplimiento de todas las promesas. Toda familia, como la de Nazaret, forma parte de la historia de un pueblo y no puede existir sin las generaciones anteriores. Por eso tenemos aquí a los abuelos y a los niños. Los niños aprenden de los abuelos, de la generación anterior.
Sin amor el esfuerzo de hace duro, intolerable. Pienso en los ancianos solos, en las familias que pasan dificultades porque nadie las ayuda con aquellos que en casa necesitan una atención y unos cuidados especiales. "Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados", dice Jesús. Queridas familias, el Señor conoce nuestros esfuerzos, ¡los conoce! Y también conoce los pesos de nuestra vida. Pero el Señor conoce igualmente nuestro profundo deseo de encontrar la alegría del resucitado. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: "vuestro gozo sea colmado" (Jn 15,11).
San Pedro, 26 de octubre de 2013, Día Mundial de la familia en el Año de la Fe
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