Les envío un saludo, ¡un gran saludo! Gracias por su recibimiento, y recen mucho, necesitamos la oración en el mundo por la paz, por mucha gente que no tiene lo necesario para vivir: cada mes, cada mes muchas familias no pueden pagar el alquiler y tienen que irse –¿adónde?, Dios lo sabe–; por estos nuevos pobres, recen por los pueblos que están en guerra, por los pueblos que sufren por la guerra, pidan la paz. La oración es el arma que tenemos para tocar el corazón de Dios. Si nosotros oramos, él nos escuchará. Les confío la oración, la oración por los pobres y por la paz; que el Señor les bendiga. Y recen también por mí, porque mi trabajo es un trabajo malsano y necesito lo extraordinario en oraciones.
Gracias, muchas gracias.
Palabras del papa Francisco al término de la visita a Sant'Egidio (traducción de la grabación en vídeo)
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