Con los pobres y los ancianos se empieza a cambiar la sociedad. Jesús dice de él mismo: “La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido" (Mt 21, 42). También los pobres son de algún modo "piedra angular" para construir la sociedad. Por desgracia, en la actualidad una economía especulativa hace que sean cada vez más pobres y les priva de lo esencial, como la casa o el trabajo. ¡Eso es inaceptable! Quien vive la solidaridad no lo acepta y actúa. Y esta palabra –solidaridad–, muchos quieren quitarla del diccionario, porque para una cierta cultura parece una palabrota. ¡No! ¡La solidaridad es una palabra cristiana! Por eso sois familia de los que no tienen casa, amigos de las personas con discapacidad, que manifiestan –si son amados– una gran humanidad. Veo aquí también a muchos "nuevos europeos", inmigrantes que han llegado aquí tras viajes dolorosos y peligrosos. La Comunidad los acoge con premura y demuestra que el extranjero es un hermano nuestro al que debemos conocer y ayudar. Y eso nos rejuvenece.
del discurso a la Comunidad de Sant'Egidio, 15 de junio de 2014
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