El sábado 20 de septiembre los líderes de las principales religiones de Benín, miembros de la sociedad civil, políticos, el representante del Ministerio de Interior responsable de los cultos, se reunieron por invitación de la Comunidad de Sant'Egidio en Cotonou, en comunión con el encuentro internacional de Oración por la Paz celebrado en Amberes a principios de septiembre. Entre los líderes, además de los imanes de las dos principales mezquitas de la ciudad, también estaba el presidente de la asociación de religiones "endógenas" de Benín y el responsable del diálogo interreligioso de la archidiócesis de Cotonou.
Uniéndose al llamamiento de paz de Amberes, los imanes de la mezquita central de Cadjehoun, Youssouf Ligaly, y de la de Agori, Bourkari Moutawakil, afirmaron con gran convicción que el nombre de Dios es paz y que no puede perpetrarse ninguna violencia en nombre del verdadero islam. Como dijo El Hadj Bourkari, "Boko Haram, que es una grave amenaza para Benín, actúa falsamente en nombre del islam y se mueve por otros intereses; por ello este tipo de encuentros tienen una importancia capital para preservarnos de dichas derivas".
El pastor Albert Onibon de la Iglesia metodista abordó otro aspecto de la violencia, el de los linchamientos como una plaga de la sociedad de Benín; plaga contra la que lucha la Comunidad de Sant'Egidio en el país desde hace muchos años.
El encuentro, que tuvo lugar ante muchos jóvenes, se cerró con la firma del llamamiento de paz y con el lanzamiento de una paloma, signos del compromiso de todas las confesiones religiosas pro continuar trabajando juntas con la Comunidad de Sant’Egidio para preservar la paz.
La prensa y la televisión locales siguieron con interés el acto, cuyo mensaje llegó de ese modo a un amplio público.
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