El domingo 12 de octubre, en la basílica de San Bartolomé, los padres sinodales provenientes de Europa, África y Asia, rezaron por los cristianos perseguidos junto a la Comunidad de Sant'Egidio alrededor del altar que contiene los restos del apóstol Bartolomé, recordando así a todos aquellos que han perdido su vida por el Evangelio.
"Veneremos a los mártires, que más que nadie indican el orden de las cosas mostrando quién es el Señor", dijo el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, que presidió la oración. Recordando a los cristianos que sufren en Oriente Medio y en otros lugares, el cardenal dijo: "el martirio es también historia y testimonio de una profunda unidad de las Iglesias en la tribulación". En su homilía, el cardenal Schönborn también recordó al beato Franz Jägerstätter, joven campesino austríaco asesinado en 1943 por los nazis porque se negó rotundamente, en nombre de su fe cristiana, a luchar a las órdenes de Adolf Hitler. Una carta suya y las reliquias de los mártires de Europa, de Asia, de África y de las Américas fueron colocadas en el altar, acompañadas por la oración de los padres sinodales, entre los que estaba el arzobispo mayor de la Iglesia grecocatólica Ucraniana Sviatoslav Shevchuk. Del recuerdo de los mártires de los siglos XX y XXI se elevó una invocación de paz y de protección para todos los cristianos perseguidos hoy en el mundo.
|
|
Links asociados:
|