El esperado encuentro –llevado con absoluto sigilo desde la Moncloa y la Conferencia Episcopal Española (CEE)– se produjo el pasado 7 de marzo. Ese día, a las doce de la mañana, el presidente del Episcopado, Ricardo Blázquez, era recibido por presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa. La información sobre el mismo padeció del mismo secretismo que su organización, pero Vida Nueva ha confirmado que, entre otros temas de seguimiento habitual en las relaciones Iglesia-Estado, el cardenal Blázquez solicitó a Rajoy que, en el tema de la acogida a los refugiados, impulse en España el modelo de los corredores humanitarios establecido por la Comunidad de Sant’Egidio en Italia (ver más abajo).
Esta demanda no pilló a Rajoy de improvisto, pues desde hace meses ha habido encuentros a otros niveles en donde se ha ido perfilando esta opción. De hecho, desde el mismo instante en que la Unión Europea hizo el reparto de los cupos migratorios entre algunos de sus países miembros, la Iglesia le hizo llegar al Ejecutivo su disponibilidad para ayudar en la acogida. Los primeros encuentros se mantuvieron con la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría. Próximamente, las partes negociadoras mantendrán otro encuentro para concretar detalles, en lo que se interpreta como una buena acogida a la demanda de las organizaciones eclesiales.
El encuentro entre Blázquez y Rajoy se prolongó durante más de una hora, y aunque el cardenal acudió acompañado por otros dos sacerdotes, la reunión discurrió a solas. Es previsible que ambos abordasen –en ese ambiente de “cercanía y cordialidad”, como lo califican desde la CEE– también el tema del Pacto Educativo, sobre todo en lo referente a la clase de Religión, uno de los puntos que genera más desacuerdo entre los grupos políticos.
Además, el arzobispo de Valladolid le mostró a Rajoy la disposición de la CEE “para seguir colaborando con las instituciones del Estado en todo lo que sea necesario para contribuir al bien común de la sociedad”, según la información hecha pública por la Conferencia Episcopal.
Blázquez le entregó a Rajoy un ejemplar de la Memoria de actividades de la Iglesia y una medalla conmemorativa del 50º aniversario de la CEE, celebrado a lo largo del pasado año y que contó en uno de sus principales actos con la presencia –muy afectuosa– de los Reyes en la sede de la Casa de la Iglesia.
El modelo italiano, exportable | MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
Lo que Ricardo Blázquez solicitó al Gobierno es aplicar en España el modelo de acogida que mejor está funcionando en la Unión Europea (UE): el de los corredores humanitarios de la Comunidad de Sant’Egidio en Italia, gracias al que, en solo un año, han llegado al país transalpino unos 700 refugiados, traídos de un modo directo, legal y seguro desde campamentos instalados precariamente más allá del territorio europeo, como Jordania o Líbano.
El papa Francisco recibió 3 de marzo al fundador de la comunidad eclesial, Andrea Riccardi, para agradecerle esta labor (en la que también participan la Federación de las Iglesias Evangélicas de Italia y la Mesa Valdense), que evita que los migrantes deban afrontar un peligroso tránsito a lo largo de las fronteras, siempre bajo la amenaza de las mafias de trata.
Fruto de este buen hacer, las tres comunidades religiosas italianas pueden presumir de favorecer la acogida de más refugiados que 15 países de la UE. Además, sus responsables destacan que es un proyecto autofinanciado y que es posible gracias a los ministerios de Exteriores e Interior, con los que coordinan, además, la integración de los acogidos en el sistema sanitario y educativo