El historiador Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, acogió con estas palabras el discurso que pronunció Papa Francisco en el V Congreso de la Iglesia de Italia («En Jesucristo el nuevo humanismo»): «Papa Francisco ha indicado un camino, una Iglesia que explora la humanidad saliendo a mar abierto. Sin fuerza, arrogancia, calculo. Pero tampoco espantada ni oculta en las estructuras. El mar abierto es el de un cambio de época que traza escenarios humanos y sociales diferentes. Frente a esto, la Iglesia de Francisco en Italia pide a los cristianos italianos que sean auténticos discípulos del Evangelio y protagonistas de las reformas de la comunidad eclesial. No para estar encerrados en las instituciones —añadió—, sino para salir. Francisco abrió la puerta a la vida de la gente común, no dictó ningún proyecto. Es la hora de abandonar clericalismos desgraciadamente tan difundidos, preocupaciones avaras, cálculos. Existen reservas humanas y religiosas incluso en donde no se cree, sobre todo los pobres no son un peso sino un recurso para la Iglesia. Esto quiere decir hacer brotar un humanismo cristiano y popular».
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