Con ocasión del congreso internacional "No hay justicia sin vida" organizado en Roma, el Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado para abolir la pena de muerte en todo el mundo.
Al finalizar la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre saludó en inglés a los participantes de este encuentro, a quienes dijo que "espero que vuestras deliberaciones puedan animar a nuevas iniciativas políticas y legislativas promovidas en un creciente número de países con el fin de eliminar la pena de muerte".
Así, dijo, se podrá "continuar los progresos sustanciales realizados en conformidad con el derecho penal, tanto a favor de la dignidad humana de los prisioneros, como también del mantenimiento eficaz del orden público".
En el evento realizado el 29 de noviembre y organizado por la Comunidad de San Egidio, participaron los ministros de justicia de países como Italia, Francia, Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, República Centroafricana, Costa de Marfil, Eritrea, Gabón, Guinea, Lesoto, Mali, Níger, Ruanda, Tanzania, Camboya, Ecuador, Honduras, Noruega, Kenia, Sudáfrica, Sudán del Sur, y El Salvador.
Además, también participó una delegación de diputados y senadores de Illinois, el último estado que ha abolido la pena de muerte en Estados Unidos.
En declaraciones a Radio Vaticana, el representante de la Comunidad de San Egidio, Mario Marizitti, explicó que en el mundo aún 58 países mantienen la pena de muerte, entre ellos China; India y otros países asiáticos, varios de África y los países árabes.