La Comunidad de San Egidio en Barcelona alertó ayer de que «estamos ante una grave emergencia de alojamiento». Los problemas para acceder a la vivienda en la ciudad debido a los elevados precios ha aumentado el número de sintecho, sobre todo la cifra de menores y de toxicómanos que duermen en la calle.
El responsable de la entidad, Jaume Castro, realizó ayer estas declaraciones durante la presentación de la denominada guía Michelin de los pobres que es, a su juicio, «una brújula» para orientarse en la ciudad, para que los más vulnerables sepan dónde comer, dónde dormir y dónde ducharse. La guía, además de estar en formato papel, este año podrá descargarse directamente con la app en el móvil. El libro incluye además direcciones de bibliotecas, centros sanitarios, teléfonos de emergencias, lugares donde los extranjeros pueden aprender catalán y castellano...
Dificultades crecientes
Castro denunció que «están creciendo las dificultades de muchas personas para encontrar, conservar o quedarse en una vivienda». Esta rea- lidad afecta a «ancianos, familias con trabajos mal remunerados, extranjeros o personas que tienen unos alojamientos precarios o directamente que están en la calle».
Para poder solventar esta situación, la entidad social ha reclamado un aumento de «habitaciones y pequeños apartamentos» para alquilar a los sintecho o a las personas que están a punto de quedarse en la calle. La organización ha reclamado como posible solución a la falta de alojamientos la apertura en los meses de invierno de los espacios reservados para las emergencias de frío, es decir cuando la temperatura baja de los cuatro grados.
Teresa Perez
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