“Hay que agradecer mucho a la Comunidad de Sant’Egidio por su fidelidad y por la perseverancia con la que, desde hace muchos años, nos ayuda a tocar y a curar en lo posible las heridas de los pobres y a aliviarles su sufrimiento”: así habló el Metropolita Serafim, de la Iglesia Ortodoxa de Rumanía, interviniendo con un saludo tras la homilía pronunciada por el Cardenal Stanislaw Dziwisz durante la celebración eucarística en el santuario de la Divina Misericordia de Cracovia. La misa, en la que participaron exponentes de todas las principales confesiones cristianas, abrió el encuentro internacional por la paz “Religiones y Culturas en diálogo”, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio y por la archidiócesis de Cracovia.
La Comunidad –continuó el metropolita– nos enseña que los pobres y los que sufren son para nosotros maestros de paz porque nos ayudan a ser hombres de paz”. |