�Qui�nes son las
personas sin techo?
En los �ltimos
a�os a causa de la crisis del Estado social que ha afectado a muchos pa�ses europeos y del empeoramiento de las condiciones
econ�micas de otros, ha aumentado el n�mero de personas sin techo.
Es un mundo
complejo, no uniforme, compuesto por personas de edad, itinerarios y situaciones diferentes..
Cada vez m�s,
los motivos que llevan a vivir en la calle son menos atribuibles a acontecimientos especiales o a historias de especial marginaci�n.
Al contrario, se trata de circunstancias que pueden afectar a muchos: un desahucio, una tensi�n familiar que no se resuelve,
la p�rdida del trabajo, una enfermedad pueden transformar, donde falta el apoyo necesario, a personas que hasta aquel momento
llevaban una vida "normal" en personas desprovistas de todo. Por este motivo se pueden encontrar ancianos que han sufrido un
desahucio, adultos que tras una separaci�n matrimonial pierden cualquier punto de referencia, y cada vez m�s a menudo j�venes
sin trabajo.
Entre las personas
sin techo merece un discurso a parte la presencia de extranjeros: en general se trata de j�venes que duermen en la calle s�lo
durante el primer per�odo de inmigraci�n a causa de la falta de estructuras y que viven esta experiencia con humillaci�n a�n
acept�ndola como un paso obligatorio para la futura inserci�n.
En
algunos pa�ses, sobretodo en el Sur del mundo, pero tambi�n en los pa�ses del Este europeo, es cada vez m�s preocupante el problema de los "meninos da rua",
ni�os que viven en la calle empujados por la extrema pobreza y por la disgregaci�n de sus familias.
Algunas
veces entre tantos mendicantes en �frica y en Am�rica Latina, adem�s de los leprosos y enfermos, se pueden encontrar familias enteras que han perdido sus casas.
Vivir en la calle, contrariamente a lo que a menudo se pienso,
no es casi nunca una elecci�n. La vida en la calle, en efecto, es una vida dura y peligrosa; es una lucha cotidiana por la supervivencia. Cada a�o
muchas personas mueren a causa de la miseria o del fr�o en las ciudades del norte del mundo y en los pa�ses pobres.
Tampoco
se trata de una elecci�n de libertad: quien no tiene casa vive una condici�n de gran vulnerabilidad porque est� obligado a depender de todos,
aunque s�lo sea para las necesidades elementales, y est� expuesto a las agresiones, al fr�o, a la humillaci�n de ser expulsado por ser considerado
persona non grata.
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La ausencia de la familia
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Para muchas personas
la crisis empieza y se mantiene cuando no cuenta con la
familia, que nunca ha existido o que ya no funciona. La presencia femenina no es indiferente. |
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