Comunità di S.Egidio











La oraci�n

La primera "obra" de la Comunidad de Sant'Egidio es la oraci�n. A partir del encuentro con la Escritura, puesta en el centro de la vida, naci� una propuesta personal y com�n que era nueva para aquellos j�venes de 1968 que buscaban una vida m�s autentica: es la invitaci�n antigua de Jes�s a convertirse en disc�pulos suyos que �l dirige a todas las generaciones. Es la invitaci�n a convertirse y a dejar de vivir solo para uno mismo, y a comenzar, con libertad, a ser instrumentos de un amor m�s grande para todos, a hombres y mujeres, y sobre todo a los m�s pobres. Escuchar y vivir la Palabra de Dios como la cosa m�s importante de la propia vida quiere decir aceptar no seguirse a uno mismo, sino a Jes�s. La imagen m�s aut�ntica es la que constituye la comunidad en oraci�n, cuando se re�ne a escuchar la Palabra de Dios. Es como la familia de los disc�pulos reunida en torno a Jes�s. La concordia y asiduidad en la oraci�n (Hch.2,42) son el camino simple que se ofrece y pide a todos los miembros de la comunidad. La oraci�n es un camino en el que uno se familiariza con las palabras de Jes�s y su oraci�n, junto con las de las generaciones que nos han precedido, como en los salmos. A la vez, la oraci�n eleva al Se�or las necesidades de cada uno y de los pobres, y las necesidades de todo el mundo.

Por este motivo, las comunidades en Roma y otras partes de Italia, de Europa y del mundo, se re�nen lo m�s frecuentemente posible para rezar juntos. En muchas ciudades todas las tardes hay una oraci�n comunitaria abierta a todos. A todos los miembros de la comunidad se les pide tambi�n encontrar un espacio significativo en la propia vida para la oraci�n personal y para la lectura de las Escrituras, comenzando desde el Evangelio.


La oraci�n personal


La oraci�n com�n