"Tenemos que construir un mundo sin pena de muerte", ha afirmado el presidente de la República italiana Mattarella, al recibir esta tarde en el Quirinal a los ministros de Justicia y a los representantes de 30 países del mundo reunidos por la Comunidad de Sant’Egidio para celebrar el IX Congreso internacional "A World without the Death Penalty". Sergio Mattarella ha agradecido a Sant'Egidio que haya organizado el encuentro, y ha destacado que "Italia y Europa están en primera línea" en la abolición de la pena capital, "una batalla de alcance histórico", que es para Italia "un deber y un compromiso cultural irrenunciable".
La campaña mundial para la abolición de la pena de muerte hace que la cultura general del mundo dé un salto de calidad: la vida es lo más importante", ha afirmado el presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo.El aumento en el número de países que han abolido la pena capital de su ordenamiento jurídico o que no llevan a cabo condenas a muerte "permite esperar un mundo que avance en el camino del derecho y de la humanidad". Según Impagliazzo, el avance de la campaña se ve especialmente en África, que –después de Europa– podría convertirse en el segundo continente sin pena de muerte.
El congreso se ha inaugurado esta mañana en la Cámara de Diputados con la intervención del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, que ha recordado el llamamiento del papa Francisco por una moratoria de las ejecuciones en el Jubileo de la Misericordia y ha agradecido a Sant'Egidio su "enfoque global, profundamente católico, que une a todas las partes en la lucha por la abolición de la pena de muerte y pide la aportación de todos los países sin planteamientos ideológicos preconcebidos".
También la UE, ha destacado Jean Louis-Ville, jefe del Departamento de Derechos Humanos de la Comisión Europea, "está contribuyendo enormemente a la abolición de la pena de muerte en todo el mundo". Han intervenido los ministros de Justicia de Sudáfrica, Camboya, Sierra Leone, Zimbabue y Sri Lanka. Para el presidente de la Comisión de Asuntos sociales de la Cámara, Mario Marazziti, los avances de los últimos años (105 países abolicionistas de iure y 43 de facto), demuestran que "estamos en un punto de inflexión, en una curva y en una aceleración de la historia".
También ha participado en el congreso el ministro de Justicia, Andrea Orlando. Recordando las iniciativas organizadas por Italia en el ámbito de la ONU desde los años 90, destacó la necesidad de no quedarse atrás en el plano del "estado de derecho" frente "al difuso sentimiento de inseguridad provocado en la colectividad por los trágicos atentados terroristas" que recientemente han afectado a Europa. El único "antídoto" contra el miedo global que difunde el terrorismo es "cultivar y reforzar el estado de derecho". Para el ministro Orlando, no es suficiente "pedir que otros países dejen atrás la pena de muerte, y no ser consecuente plenamente en el continente que reclama dicho objetivo". |
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