"Mi mundo, mi futuro". Este es el tema de la fiesta del País del Arco Iris que se celebró también este año con los niños y jóvenes de las Escuelas de la Paz de Yakarta y de Bandung, el 18 de agosto.
Es una tradición: cada año se reúnen en una jornada en la que, entre juegos y actividades, se reflexiona sobre uno de los puntos del "manifiesto" del País del Arco Iris: se habla del mundo, de la naturaleza, del entorno en el que vivimos, de las personas que sufren y de cómo ser amigos de todos.
Esta vez, los niños han podido conocer el continente africano, la pobreza en África, el sida y el programa DREAM.
Con fotografías y presentaciones en powerpoint se habló de muchos otros problemas: el tratamiento de la basura, la contaminación atmosférica, el medio ambiente, el peligro de las drogas.
"Somos compañeros de todos, incluso de quien está lejos y de quien es excluido". Es ese un compromiso del País del Arco Iris que los niños de la Escuela de la Paz de Yakarta han puesto en práctica ahorrando durante unos meses para ayudar a los enfermos de sida en África, sobre todo los niños como ellos.
Haciendo esta donación los niños aprenden la paz, la solidaridad y el espíritu de compartir, entienden que nadie es demasiado pobre como para ayudar a otro pobre. Romper la hucha con las aportaciones de los niños de la escuela ha sido el acto culminante de la fiesta del País del Arco Iris.
Los niños también recogieron fondos vendiendo productos artesanales provenientes de materiales reciclados, un juego que les entusiasmó y les permitió entender que la solidaridad también es divertida y es una manera de vivir feliz.
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