Hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, provenientes de todo el mundo y para los que Italia se ha convertido en su nueva casa, se reunieron ayer junto a la Comunidad de Sant'Egidio para celebrar la 100 Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado. Comidas multiétnicas, fiestas, la oración y la misa juntos: fueron muchos los momentos de amistad y solidaridad que en varias ciudades Sant'Egidio quiso vivir con los inmigrantes este importante día.
Los amigos de Gente de Paz, los estudiantes de la Escuela de Lengua y Cultura Italiana de Sant'Egidio, personas de todas las proveniencias, renovaron su compromiso por trabajar juntos para difundir en nuestras ciudades la cultura de la acogida, de la convivencia y de la paz. El acto fue la ocasión para recordar también a aquellos que no lograron llegar a nuestros países, como muchos eritreos que se ahogaron el pasado verano cerca de Lampedusa, y algunos de los supervivientes participaron aportando su testimonio.
La Jornada fue también la ocasión para felicitar a los "nuevos" ciudadanos, como Elimane, que tras años de espera y de obstáculos burocráticos, con el apoyo de Sant'Egidio, ha logrado finalmente ser reconocido oficialmente como lo que en realidad ha sido siempre: un ciudadano italiano.
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