Las últimas semanas ha empezado en Goma, en la zona de Kivu Norte de la República Democrática del Congo, el proceso para una eventual presentación de la causa de beatificación de Floribert Bwana Chui, miembro de la Comunidad de Sant’Egidio de Goma, que fue asesinado por decir "no" a la corrupción en nombre de su fe cristiana en julio de 2007.
La misma Comunidad se ha propuesto como "promotora" de la causa, y ha nombrado como postulador de la misma a Patrick Balemba Batumike, congoleño de Bukavu, y miembro del Consejo de Presidencia de Sant'Egidio. El postulador ha presentado al obispo competente, el de Goma, monseñor Kaboy Ruboneka, la solicitud para iniciar la causa sobre el martirio de Floribert.
Para aceptar la solicitud, la diócesis deberá comprobar que en Goma existe la fama del martirio del joven funcionario de la aduana que fue asesinado en 2007 y por eso se ha anunciado públicamente en la catedral el inicio del proceso, invitando a todos aquellos que estén interesados a presentarse para testificar y proponiendo organizar oraciones públicas en la ciudad.
Sorprende que después de este anuncio muchas personas hayan afirmado querer testificar a favor de la causa. Es el signo de un recuerdo que se ha mantenido vivo en estos años en la Comunidad de Goma y que se ha difundido también más transversalmente entre todos aquellos que conocieron a Floribert.
Su ejemplo es una respuesta a un tiempo en el que se difunde por doquier y dulcemente aquella "dictadura del beneficio fácil y de tener" que la misma Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo denunció en un documento oficial.
La negación de Floribert de venderse a sí mismo y de vender la vida y la salud de otros a cambio de algunos miles de dólares, la firmeza en la fe y en la actitud gratuita de la que dio muestra han significado que otro comportamiento humano y profesional es posible y que la corrupción y vivir a costa del prójimo no son un destino en el país centroafricano. Floribert dio testimonio hasta el final de su fe en un Dios distinto al dinero, y declaró abiertamente que no estaba dispuesto a renunciar a su fidelidad al Señor Jesús, aunque le costara la vida.
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