La Comunidad de Sant'Egidio manifiesta su dolor y su solidaridad fraterna con el patriarca Tawadros II y con toda la Iglesia copta, que esta mañana ha sido víctima de un gravísimo atentado que ha provocado nueve víctimas inocentes. Se trata de un acto terrorista que no tiene precedentes porque ha sido cometido en domingo, en el centro de los coptos del Cairo, justo al lado de la catedral de San Marcos, en el barrio de Abbasseya.
Quien no respeta ni siquiera la vida de niños en un día de fiesta no merece más que una total y firme condena. Han querido atacar y atemorizar a una realidad religiosa arraigada en la tierra que vio nacer al cristianismo y que forma parte plenamente del tejido social y civil de Egipto. Conociendo la fuerza de su fe antigua manifestamos en estos momentos toda nuestra cercanía a la Iglesia copta, que ya ha sufrido muchas veces el azote del terrorismo.
Al mismo tiempo, sentimos la exigencia de distanciarnos claramente de aquellos que intentan minar las bases de una convivencia entre religiones en toda la región. Creemos que no es solo un deber sino también una necesidad, si quieren salir de la espiral de violencia que afecta especialmente a las minorías y reconstruir un futuro de paz en el Mediterráneo.
Roma, 11 de diciembre de 2016 |