La audiencia se ha realizado en la víspera del Encuentro interreligioso de oración por la paz en el "espíritu de Asís" que tendrá lugar en Múnich, en colaboración con la archidiócesis de Munchen-Freising, del 11 al 13 de septiembre. El Encuentro de este año, que tiene por título "Destinados a convivir. Religiones y culturas en diálogo” iniciará con un recuerdo especial del décimo aniversario de los ataques terroristas contra los Estados Unidos, con una conexión en vídeo con Nueva York. El programa del congreso incluirá varias mesas redondas sobre diferentes temas espirituales, políticos y sociales, en las que participaran los líderes de varias religiones, entre ellos, 14 cardenales y más de 40 obispos católicos, metropolitas ortodoxos, obispos evangélicos y personalidades de las grandes religiones mundiales. Con ellos, debatirán políticos como el presidente alemán Wulff, la cancillera Merkel, el presidente de Guinea Conakry, ministros israelíes y de la Autoridad Palestina, el ministro italiano Frattini, un ministro del CNT libio, y personalidades de la cultura.
Algunos paneles se dedicarán a la primavera árabe de Egipto, Túnez y Libia. También está previsto un peregrinaje al campo de concentración de Dachau, encabezado por el cardenal Roger Etchegaray.
Durante la audiencia el Santo Padre ha conocido la evolución de la Comunidad de Sant’Egidio en el mundo, particularmente en África -donde la Comunidad está presente en treinta países- y en varios países de Asia, entre ellos Pakistán, recordando la figura mártir de Shahbaz Bhatti, que estaba unido espiritualmente a la Comunidad.
Uno de los temas comentados, ha sido el continente africano y el desarrollo de los programas de solidaridad de la Comunidad, como el Programa DREAM , que trata a 150.000 enfermos de sida en 10 países africanos y que ha demostrado el éxito que tiene el tratamiento en la reducción de la virulencia del virus del VIH. También se han recordado la difícil situación de los ancianos en muchos países africanos que no disponen de asistencia social y viven en condiciones de extrema marginalidad, y de los que la Comunidad se ocupa desde hace varios años.
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