Benedicto XVI recordó desde la colina de Asís la histórica jornada del 27 de octubre de 1986. Juan Pablo II convocó a las distintas confesiones cristianas y a los representantes de las grandes religiones mundiales para rezar por la paz.

En la ciudad de san Francisco aquel día se produjo una gran visión: “una anticipación de un mundo pacificado”.

El arzobispo de Barcelona y la Comunidad de Sant’Egidio, junto a los representantes religiosos de Barcelona, se unieron a este peregrinaje de paz organizando una conmemoración de los “25 años del espíritu de Asís” para reafirmar la necesidad de convivir.

La noche del 26 de octubre, en la Reial Acadèmia de les Bones Lletres de Barcelona, los representantes religiosos junto a muchos amigos, en un clima de amistad y diálogo, subrayaron la importancia del espíritu de Asís y dieron las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio por haberlo mantenido a lo largo de los años. Para Juan Pablo II el espíritu de Asís era amistad, oración y trabajo por la paz.

Intervinieron el cardenal Lluís Martínez Sistach (arzobispo de Barcelona) y varios representantes religiosos: Sasoon Zumrookhdian (Vicario de la Iglesia apostólica armenia en España), Lahcen Saaou Haysoun (imán, Presidente del Consejo Islámico de Cataluña), Serafin Pavlov (Iglesia ortodoxa, patriarcado de Moscú), Jorge Burdman (auxiliar rabínico de la comunidad israelita de Barcelona), Shabdrung Jamyang Dorje (monje budista, Sakya Tasha Ling), Joan García (Iglesia ortodoxa, patriarcado de Serbia), Guillem Correa (Secretario General del Consejo Evangélico de Cataluña), Eva Janicke (comunidad evangélica alemana), Aurel Bunda (Iglesia ortodoxa, patriarcado de Rumanía) y Jaume Castro (Comunidad de Sant'Egidio) que habló de los "25 años del espíritu de Asís".

Tras los discursos se guardó un minuto de silencio por las víctimas de todos los conflictos del mundo. Se leyó un manifiesto y los representantes religiosos encendieron el candelabro de la paz. El encuentro terminó con un abrazo de paz.

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