Mirar la lucha contra el sida desde dentro, compartiendo los dolores, las ansias, pero también los sueños y la esperanza de quien vive esta lucha en su propia piel.
Seguir los pasos de liberación de muchas mujeres africanas, marcadas no solo por el virus, que a menudo han contraído en la familia, sino también por el estigma, que las convierte en "fantasmas", y las priva de toda dignidad.
Descubrir las energías que esconden estas mujeres extraordinarias, capaces de dar vida a una nueva generación africana, libre no solo del virus sino también del miedo, gracias a la sinergia eurafricana del programa DREAM, el sueño que la Comunidad de Sant'Egidio ha compartido con Mozambique en primer lugar y con muchos otros países posteriormente, y que hoy puede ya ha permitido que nazcan más de veinte mil niños sanos de madres portadoras del virus. El hermoso libro de Pacem Kawonga, "Un mañana para mis niños", que se presenta mañana en Roma, tiene eso y mucho más. La presentación será en el istituto San Gallicano (consulta el evento).
Pero ¿quién es Pacem? Pacem nació en la ciudad de Lilongwe, en Malawi, en 1978. Quedó huérfana de ambos padres siendo todavía muy joven. Se casó muy joven y contrajo el sida por su marido, que no le había informado de que era seropositivo y le transmitió el virus a ella y a su segunda hija. Tuvo que hacer frente a las dificultades asociadas a la situación de las mujeres en África.
Fue una de las primeras pacientes del Programa DREAM para tratar el sida en Malawi, que empezó en 2005 la Comunidad de Sant'Egidio y empezó aayudar en el programa como activista. Su compromiso contra la violencia que sufren las mujeres y en favor del derecho a la salud, la llevó a testimoniar con su experiencia que existe un camino de rescate y emancipación para recuperar la dignidad de las mujeres, que a menudo se ven relegadas a un papel secundario, por ser víctimas de la violencia, de maltratos y de discriminación. Los números de DREAM
Pacem Kawonga trabaja para difundir e incentivar el acceso al tratamiento de los pacientes más débiles, y así permitir que muchas mujeres vivan gracias a la terapia para el sida, y que puedan traer al mundo niños inmunes del virus gracias a los tratamientos de prevención que existen. Su actividad de sensibilización y su testimonio han traspasado las fronteras de su país, y ha participado como ponente y testimonio en numerosos eventos de ámbito internacional.
En 2009, durante el encuentro de los países del G8 que se celebró en Roma, intervino en los debates sobre África, el sida y la situación de la mujer. Para saber más