Ayer se inauguró en Islamabad, la capital de Pakistán, la casa de la Comunidad de Sant'Egidio.
En presencia del obispo Rufin Anthony, que bendijo los locales, y de muchos amigos que provenían de varias ciudades –Sargodha, Lahore, Peshawar Sialkot–, Marco Impagliazzo destacó la importancia de aquella casa, que significa estabilidad y también una puerta abierta a los pobres y un lugar de oración y de encuentro.
La casa de Islamabad, de dos pisos, tiene una pequeña capilla, donde ayer si hizo la primera oración, y varias salas para reuniones y para el servicio a los pobres.
Fue un regalo a la Comunidad de Pakistán, gracias a una colecta en la que participaron todas las Comunidades de Sant'Egidio de todo el mundo. Las comunidades de Pakistán manifestaron su gran alegría y agradecimiento por ese regalo.
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