Una gran cantidad de personas de toda la ciudad, junto a diplomáticos de varios países y representantes del Gobierno italiano, llenaron la iglesia de Santa Maria in Trastevere para la solemne conmemoración de Nelson Mandela, organizada por la Comunidad de Sant'Egidio junto a la Embajada de la República Sudafricana en Italia. La celebración estuvo presidida por el obispo Matteo Zuppi, que conoció personalmente a Nelson Mandela y colaboró con él en los primeros años de 2000 para la pacificación de Burundi.
La embajadora de Sudáfrica, Nomatemba Tambo, saludó a los presentes recordando que: "Madiba era un gran hombre y fue el líder de la lucha contra el apartheid".
Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, definió a Mandela como "un hombre de paz y de reconciliación que sabía mirar más allá de las barreras, y veía un futuro de vida juntos para las distintas almas de su pueblo". Luego añadió: "Mandela nos ha dejado una herencia que no desaparece con su muerte y que una tumba no puede encerrar. Nos dice que palabras como Paz, Igualdad y Libertad no son solo sueños, sino una realidad para todo el mundo, para aquellos que sufren por los conflictos que provocan el odio étnico, la enemistad religiosa y la hostilidad política".
Al finalizar su intervención, Marco Impagliazzo dirige un agradecimiento a Nelson Mandela en nombre no solo de la Comunidad de Sant'Egidio sino de todos: "Nos has enseñado que nacimos no para odiar, sino para amar. Gracias, Madiba, gracias por tu vida, por tu lucha, por creer que no vence el odio sino el amor".
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