Velas y banderas con símbolos de la paz llenaron ayer el espacio que separa el Coliseo –lugar de persecución de cristianos– y el Arco de Tito, donde se recuerda la humillación del pueblo judío.
Mucha gente respondió al llamamiento de la Comunidad de Sant'Egidio y de la Comunidad judía de Roma para una movilización pacífica que rompa el silencio sobre el dolor de los cristianos perseguidos en el mundo por causa de su fe. La presencia de muchos nuevos italianos, muchos de los cuales son de religión musulmana, fue un motivo añadido de esperanza.
Los nombres de los obispos Mar Gregorios Ibrahim y Paul Yazigi y del padre Paolo Dall'Oglio, secuestrados desde hace meses en Siria, resonaron en el testimonio vivo de un joven de Alepo. Alganesh Fessaha dio voz a las mujeres y a los niños que son secuestrados en el Sinaí.
En el escenario, ante el lema "Solidaridad con los cristianos víctimas de discriminaciones y persecuciones", el fundador de Sant'Egidio, Andrea Riccardi, evocó el espíritu de diálogo de Asís, recordando que la paz está escrita en el corazón de todas las religiones. - Avvenire
Marcha de antorchas de Sant'Egidio y la Comunidad judía en el Coliseo: Basta de persecuciones continúa leyendo (en italiano)
«En 25 países los cristianos son perseguidos, y en 39 países está prohibido cambiar de religión». De Bortoli advierte sobre el silencio que se transforma en complicidad - Corriere della Sera - Ed. Roma «Basta de persecuciones contra cristianos en el mundo» continúa leyendo (en italiano) |