Los Jóvenes por la Paz: esta es la propuesta de Sant'Egidio para contrarrestar la violencia difusa en América Latina, que se convierte en modelo para muchos jóvenes. Y este mes de agosto, en Perú y en Cuba, se han celebrado dos congresos que han reunido a cientos de jóvenes que comparten el sueño de una sociedad sin violencia.
En Perú, unos cien jóvenes de las provincias de Lima, Callao y Trujillo se reunieron en la capital peruana.
Se habló de la "cultura del descarte" que excluye a los jóvenes y a los ancianos, y también de la violencia que se respira en los barrios de la periferia: Villa el Salvador, Cercado de Lima, San Borja y Breña, Callao y Trujillo.
Allí Sant'Egidio trabaja con los más jóvenes. "En mi barrio se ve mucha violencia, hay peleas, se tiran piedras y hay muchos niños por la calle hasta muy tarde. Los más pequeños a menudo imitan a las bandas, el modelo es la ley del más fuerte...". Frenta a la violencia de las pandillas, las bandas juveniles, la Escuela de la Paz es una presencia pacificadora que quiere cambiar el futuro de esta generación.
Cada "joven por la paz" puede ser responsable de este cambio. Estos días de intensa amistad, con muchos testimonios, han reforzado la convicción de que es posible responder a la violencia con el amor y la fidelidad a los pobres.
En Cuba, en la "Casa de Paz y Diálogo de la Comunidad de Sant'Egidio" de La Habana, acaba de terminar la "campaña veraniega" de los Jóvenes por la Paz, en la que han participado unos 200 jóvenes de hasta 18 años, titulada "Diviértete haciendo el bien".
Ha sido un lugar en la ciudad para vivir el verano de manera nueva y solidaria. Han trabajado en grupos en los que han abordado las grandes cuestiones del mundo: la paz y la guerra, el diálogo entre religiones... pero también ha sido un momento para vivir concretamente el amor por los niños más pobres y por los ancianos solos.
Todas las energías y los talentos que nacen en estos días hacen crecer la solidaridad con los más pobres, especialmente, con los ancianos. Pensar y trabajar por quien pasa momentos difíciles ayuda a todos a ser jóvenes nuevos, que saben que “mayor felicidad hay en dar que en recibir”.
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