Mientras Génova levanta nuevamente la cabeza, tras las inundaciones que afectaron a la ciudad la noche entre el 9 y el 10 de octubre, la Comunidad de Sant’Egidio refuerza la red de ayuda para ancianos, sin techo y gitanos.
Los Jóvenes por la Paz, y los jóvenes de instituto y universitarios de Sant'Egidio se unieron al movimiento espontáneo de solidaridad que ha llevado a miles de jóvenes a las zonas afectadas por el desbordamiento del torrente Bisagno para llevar ayuda a la población y contribuir en las operaciones de socorro y de limpieza de comercios y sótanos.
Entre otros, también había un grupo de "nuevos europeos". Eran los estudiantes de la Escuela de lengua y cultura italiana de la Comunidad de Sant’Egidio que han trabajado para vaciar algunos sótanos de corso Torino. Jóvenes de Afganistán, Pakistán, Senegal, Marruecos o Rumanía pasaron toda una tarde quitando barro con palas. "No es un gesto extraordinario –explicó Waheedullah, afgano veinteañero–; yo vivo aquí, y por tanto esta es mi ciudad".
El señor Carlo, propietario del sótano, dio las gracias emocionado: "es increíble que haya hecho falta una inundación para descubrir esta solidaridad. El agua ha llenado nuestras casas, pero que estéis aquí me anima: hoy vuelvo a tener esperanza en el futuro". |