Ancianos, discapacitados, sin techo, niños, familias gitanas junto a las instituciones, a numerosos amigos y a la iglesia de Nápoles. Así la Comunidad de Sant’Egidio celebró en Nápoles el aniversario de los 44 años de su fundación. La catedral de Nápoles estaba llena y el clima gélido de la temperatura se atenuaba con el calor de la amistad de tanta gente. 

El cardenal Sepe durante su homilía dijo que “la Comunidad de Sant’Egidio ha aprendido la compasión de Dios para convertirla en el Evangelio para el hombre de hoy, alrededor de Cristo, maestro de compasión. Hoy existe una cierta mentalidad según la cual quien se ocupa del miserable, del enfermo, del pobre, de quien está necesitado sufre su contagio y se convierte, de algún modo, en impuro. La Comunidad de Sant’Egidio no tiene miedo de contaminarse, de dar su tiempo, sus energías a quien lo necesita”.

En la celebración estaban presentes el Gobernador de Campania, Stefano Caldoro, el prefecto, Andrea De Martino, el fiscal Luigi Merolla y otras autoridades civiles y militares. No faltó la presencia de representantes ecuménicos, que subrayó el espíritu de amistad y fraternidad con las iglesias cristianas presentes en Nápoles.

El alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, quiso estar presente para saludar a los amigos de la Comunidad, interviniendo en la recepción en los salones de la curia del arzobispado. Subrayó “el importante trabajo en sinergia con el ayuntamiento que en muchos barrios de la ciudad hace la Comunidad, lo que demuestra que Nápoles une a instituciones, comunidades laicas y religiosas, y voluntariado".

Hoy la Comunidad de Sant’Egidio en Nápoles es una realidad eclesial viva y atenta de la Iglesia napolitana. Todas las tardes se reúne para la oración en la iglesia de San Pedro Mártir, en el corazón de la zona universitaria. “Y empezando por la oración –concluyó el cardenal Sepe– en Nápoles, en Roma y en todos los continentes del mundo, hombres, mujeres y jóvenes, adultos escuchan el Evangelio y llevan la compasión de Dios a mucha gente”.

La homilía del card. Crescenzio Sepe (IT)

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