Niños, niñas, ancianos, hombres y mujeres de varias comunidades de la capital, algunos indigentes, son los invitados a la cena navideña que año tras año realiza la Comunidad Católica San Egidio.

Mario Menjívar, del equipo coordinador, explica que en la época navideña,  comparten la mesa con “sus amigos”, así les llaman a quienes atienden durante todo el año, porque su trabajo no se limita a la temporada navideña, ni sólo a San Salvador.

Beatriz Vásquez, dice que cada miércoles la comunidad  se reúne para orar y posteriormente salen a repartir comida por las calles de San Salvador a personas que no tienen hogar y que duermen en las aceras de la ciudad.

Nada los detiene para asistir a la cita semanal con sus amigos, dice Vásquez, no importa si hay cansancio, problemas, lluvia, frío, “ellos siempre nos esperan”, asegura. Además  que “la mies es mucha y los obreros son pocos”, por eso sirven con alegría para engrandecer el reino de Dios.

Asimismo, los sábados por la tarde visitan el hogar de ancianos “Sara Zaldívar”, donde comparten con los usuarios, a quienes  llevan alegría y un rato de esparcimiento. Después sirven un refrigerio a los internos del lugar. Los domingos celebran la misa con ellos.

También trabajan con niños de varias comunidades en las “Escuelas de la Paz”, quienes reciben refuerzo escolar, cuentan con  un espacio para jugar, y reciben una educación que los forma para cultivar la paz como valor. De estas hay tres en San Salvador y una en Opico, La Libertad, dice Vásquez.

Asegura que varios de los pequeños  beneficiados con las escuelas, ahora son parte de la comunidad. La San Egidio nació en Italia hace 42 años, su fundador Andrea Riccardi buscó, a través del servicio a los demás, ser fiel al Evangelio de Jesuscristo. En El Salvador funciona desde 1980, según Menjívar.

Indica que  en cada actividad que realizan tratan de cumplir con la palabra de Jesús plasmada en el Evangelio de Mateo en el capítulo 25: “dirá a los que estén a su derecha: «Vengan, entren en el Reino. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; estuve enfermo y me visitaron».

La cena navideña reviste de importancia porque es cuando celebran el nacimiento del Salvador, por eso la mesa de la comunidad se hace más grande cada año, porque comparten la comida con sus amigos, como si de Jesús mismo se tratara.