Juan Pablo II fue el buen pastor más allá de los límites de la Iglesia católica y más allá de toda Iglesia cristiana": lo ha afirmado el obispo luterano Jürgen Johannesdotter en la mesa redonda “Memoria y profecía: la herencia de Juan Pablo II” en el encuentro internacional por la paz que se está celebrando en Cracovia gracias a la Comunidad de Sant’Egidio. “Venir a Polonia como alemán es una gran felicidad y me ayuda a superar el sentido de vergüenza que siento por lo que Alemania hizo en la II Guerra Mundial. Juan Pablo II testimonió que no hay paz sin reconciliación y perdón, es más, fue el papa del perdón; el perdón forma parte de su mensaje.
Como obispo luterano me gusta testimoniar que Juan Pablo II es papa de la paz que viene del Evangelio a través de un mensaje discreto y religioso. Vivió y testimonió la libertad del Evangelio incluso estando enfermo: Juan Pablo II es el buen pastor que da su vida por su ovejas, viviendo así lo que dice Pablo: “Cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte”.
Lo digo como obispo alemán. Juan Pablo II no dio ninguna oportunidad al odio, sino que trabajó para la reconciliación. |