Ser� firme el monte de la casa del Se�or,
se elevar� por encima de los montes,
ser� la m�s alta colina,
y afluir�n a �l todas las gentes.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Numerosos pueblos reunidos dir�n:
"subamos juntos al monte del Se�or
a la casa del Dios de Jacob,
para que nos ense�e sus caminos".
Aleluya, aleluya, aleluya.
Y caminaremos por sus calles
pues de Si�n saldr� la ley
y la palabra del Se�or
vendr� anunciada desde Jerusal�n.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Transformar�n sus espadas en azadas
y con las lanzas forjar�n podaderas
no existir�n m�s divisiones
caminaremos a la luz del Se�or.
Aleluya, aleluya, aleluya.