Comunità di S.Egidio

Los m�s j�venes


Los m�s j�venes, hoy
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a cargo de
Adriana Gulotta

 

Los m�s j�venes, hoy

La idea de que la infancia es para todos un per�odo de felicidad, casi el "per�odo m�s bonito de la vida", es bastante com�n. Pero esta visi�n, para muchos ni�os, a menudo no se corresponde con la realidad. En los pa�ses industrializados, con un elevado desarrollo tecnol�gico, d�nde la natalidad es reducida, muchos menores que, generalmente, tienen familias monoparentales, con padres que trabajan y pueden cuidarles poco, pasan mucho tiempo delante de la televisi�n y, cuando son m�s grandes, \ delante del ordenador, atra�dos por los v�deo juegos. A veces pueden sufrir, porque est�n desatendidos, abandonados, por violencias psicol�gicas o f�sicas, por abusos. Las tensiones conyugales, la inestabilidad de las uniones matrimoniales dejan huellas profundas en la vida de los m�s peque�os. Por todos es sabido que en los pa�ses m�s pobres la vida de muchos ni�os y j�venes es dif�cil a causa de la pobreza material, de la desnutrici�n, de las enfermedades, de las guerras. Cada d�a en estos pa�ses mueren 40.000 menores a causa de las enfermedades, por falta de atenci�n sanitaria, por desnutrici�n. El 40% de los menores del Sur del mundo vive por debajo del umbral de la pobreza y el 42% no tiene acceso al agua potable. 130 millones de ni�os no pueden ir al colegio, mientras que m�s de 250 millones trabajan.

 

La solidaridad con los m�s j�venes

Desde sus inicios en 1968, la Comunidad de San Egidio se ha preocupado por el mundo de los ni�os en dificultad, pobres entre los m�s indefensos. Los m�s peque�os han acompa�ado siempre la Comunidad desde su nacimiento. Su vida d�bil, necesitada de protecci�n y ayuda, nos ha ense�ado siempre con claridad cuanto sufrimiento pueden producir la indiferencia y la soledad. Las palabras de Jes�s "El que reciba a este ni�o en mi nombre, a m� me recibe" (Lc 9,48) han sido escuchadas como una llamada al servicio y al amor hacia los ni�os y los adolescentes, particularmente hacia aquellos m�s pobres.