Los días pasados Malawi ha sufrido una serie de graves inundaciones que han dejado bajo el agua la mayor parte de los distritos del centro y del sur del pequeño país del África austral, provocando la muerte de 176 personas y dejando sin casa a más de 200.000 personas. Malawi está en plena estación de lluvias y el río Shire, que baja desde el lago Malawi hasta el Zambeze, en estos meses aumenta su caudal a medida que baja hacia los distritos meridionales y las ciudades de Chikwawa y Nsanje..
A mediados de enero se produjeron lluvias mucho más intensas de lo normal y en pocos días provocaron un violento desbordamiento del Shire en los pueblos del sur del país, la parte más pobre de Malawi. Se han visto afectados, aunque con menor gravedad, los distritos centrales de Balaka y Mangochi. En pocas horas miles de cabañas, puentes, escuelas, centros de salud y calles quedaron bajo el agua, que junto con el barro lo destruyó todo violentamente. Durante varios días algunas zonas del sur, fronterizas con Mozambique, fueron accesibles solo para los pocos helicópteros que el Gobierno pudo enviar, lo que complicó aún más las operaciones de salvamiento.
Los malawianos que viven en los distritos afectados por las inundaciones han perdido la única fuente de subsistencia con la que cuentan cada año para vivir: la cosecha de maíz, que crece exuberante en una tierra fértil y bien regada. Aquellos que han podido mantener algo de su vivienda en los próximos meses necesitarán sobre todo alimentos y agua potable. El peligro más inminente es que empiece una estación de carestía y un periodo de hambruna. El Gobierno de Malawi ha lanzado a la comunidad internacional y a las distintas realidades que hay en el país un llamamiento para ayudar y recaudar fondos para la organización de la reconstrucción y para programar la recuperación.
Las inundaciones llegan en un momento especialmente difícil para la economía del pequeño país africano: desde hace un año los donantes internacionales han congelado su aportación al balance anual a causa de los graves casos de corrupción que se han detectado en los últimos meses.
Los centros DREAM, las Escuelas de la Paz y más de 90 grupos de las Comunidades de Sant'Egidio dispersos por el país reciben cada semana solicitudes de ayuda en este tiempo difícil de emergencia. Aunque la zona meridional del país, por sus características geográficas, se ha visto siempre sometida a periodos de inundaciones, ninguno de los ancianos del lugar recuerda unas inundaciones tan destructivas y de tanta intensidad en toda la historia de Malawi.
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