TIRANA - "No podemos pasar de largo, con indiferencia, ante el sufrimiento de los cristianos, de los ancianos, de las mujeres y los niños de Oriente Medio y de África septentrional", ha afirmado el representante del Patriarcado de Moscú, Ignacio, metropolita de Vologda y Kirilov en su intervención en Tirana, en el Encuentro Internacional "La paz siempre es posible", sobre el tema de la unidad de los cristianos en un mundo cada vez más dividido.
"En el denominado Estado Islámico –ha continuado el metropolita– se está produciendo un auténtico genocidio de carácter religioso. Actualmente en el mundo uno de cada cuatro cristianos es víctima de discriminación. La sociedad civilizada, formada en las tradiciones de la cultura y de la visión cristianas, ¿sufre por todo eso? Me parece que en Europa y en América no se presta mucha atención a este tema".
El representante del patriarcado de Moscú ha añadido en el Encuentro organizado por la Comunidad de Sant'Egidio que hay que "dirigirse al de la paz con una oración para que termine el derramamiento de sangre" y también hay que "indicar a la comunidad internacional la gravedad de la situación, intentando cambiar los acontecimientos, utilizando para ello todas las posibilidades, incluidas las vías políticas".
El metropolita Ignacio, que visita Albania por primera vez, ha destacad un factor que acerca "la historia del cristianismo albanés a la de la ortodoxia rusa": "la época de los sufrimientos por la fe, de la profanación de las reliquias, de la negación de toda forma de vida religiosa durante la imperante ideología comunista que quería excluir a Dios".
Ignacio ha añadido: "Y si en mi patria a la Iglesia ortodoxa al menos se le permitió algo similar a una existencia legal, en este país –es una constatación histórica indiscutible– desde finales de los años sesenta hasta finales de los años ochenta del siglo pasado se consideró que la religión había terminado y que ya no tenía lugar en la construcción del radiante futuro nacional".
Por eso, ha destacado el líder ortodoxo, "el hecho de que hoy tengamos la posibilidad de reunirnos en esta tierra para testimoniar los valores de la fe y la importancia de la posibilidad de actuar libremente según las convicciones religiosas de cada uno es un evidente testimonio de las palabras evangélicas: "Las puertas del Hades no prevalecerán" (Mt 16,18). |