La Comunidad de Sant'Egidio de Hungría ha respondido al llamamiento del papa Francisco y a la carta que la Conferencia episcopal ha enviado recientemente al Papa (LEE), ofreciendo acogida temporal a un grupo de refugiados que están de paso por Budapest, donde el número de refugiados no deja de aumentar.
Los refugiados, provenientes de Siria, Iraq, Afganistán y Pakistán, exhaustos, agradecieron la acogida y el humilde alojamiento por una noche antes de continuar el viaje.
Estaban visiblemente animados al ver que gozaban de la protección de una iglesia y de una comunidad cristiana. Uno de ellos, Abdal, de Mosul, se emocionó al ver una estatua de la Virgen María. Se emocionó en parte porque le recordaba a imágenes similares de otras iglesias, pero también porque, en cuanto musulmán, venera a la madre de Jesús, que es citada en varias ocasiones en el Corán como "la elegida por Dios".
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