El Global Christian Forum ha organizado un encuentro internacional en Tirana, del 2 al 5 de noviembre, con el título: "Discrimination, persecution, martyrdom. Following Jesus Christ together".
Junto a Anastasio, arzobispo y primado de la Iglesia Ortodoxa de Albania, además de doscientos representantes de las distintas confesiones cristianas, evangélicos, pentecostales, ortodoxos y católicos, se interrogaron sobre el testimonio que dieron los cristianos hasta la efusión de la sangre.
La conferencia inaugural del Congreso fue pronunciada por Andrea Riccardi, que recordó las razones profundas de su vida y de su muerte a lo largo del siglo XX hasta nuestros días, junto a las actualísimas preguntas que generan aquellas historias.
En el contexto de este retorno a Albania, junto a Marco Gnavi, visitó a Giovalin Zezai, de noventa y cinco años y amigo de la Comunidad de Sant'Egidio desde hace muchos años (en la foto). En Shköder, cuando era un joven estudiante de diecisiete años con el jesuita P. Fausti, fusilado por el régimen de Enver Hoxha, él fue encarcelado, torturado y condenado a cadena perpetua.
Andrea Riccardi fue más tarde a visitar el monasterio de las clarisas de Shköder, que durante los años del régimen se convirtió en cárcel. Hoy las monjas han vuelto al edificio, pero una parte del monasterio se ha transformado en lugar memorial donde se custodian los restos de la cárcel en la que eran encarcelados y torturados muchos albaneses, y no pocos de ellos eran asesinados. Se pueden visitar las celdas con sus pintadas, la sala de los interrogatorios y muchos recuerdos dolorosos de fe. |