En los últimos meses, Mozambique está viviendo preocupantes tensiones a nivel político y social que, desgraciadamente, desembocan con frecuencia en episodios de grave violencia.
En especial, en Maputo y en Beira la tensión social está volviéndose muy elevada y lleva consigo muerte y miedo. Las noticias de bandas que asaltan las casas en la periferia de la capital robando, violando, torturando y matando a personas, ha desencadenado la reacción de ciudadanos que se han organizados en rondas nocturnas, armados con machetes y cuchillos, para garantizar la seguridad de las propias casas. Desgraciadamente, durante estas rondas se han producido asesinatos de varias personas inocentes.
En Beira la violencia asume además la forma de linchamientos de presuntos ladrones. El último caso ha sido el de un joven de unos 30 años, del que no se conoce el nombre, linchado el 11 de agosto a las tres de la mañana en el barrio central de Matacuane, acusado de un intento de atraco de un moto-taxi.
Las Comunidades de Sant’Egidio locales, que siempre luchan contra la violencia y trabajan por la reconciliación, no sólo han expresado la preocupación por la ola de violencia que está creciendo en el país, sino que han invitado a momentos de oración y reflexión para tratar de eliminar el rencor y el odio que cada uno vive dentro de sí.
En Maputo tendrá lugar próximamente una oración junto al obispo auxiliar de la ciudad.
En Beira casi mil personas han participado en una oración por la paz y la reconciliación que tuvo lugar el 17 agosto en la parroquia de São João Baptista, precisamente en el barrio donde tuvo lugar el último linchamiento.
Durante la homilía, el párroco, el Padre Abel, jesuita, invitó a los presentes a dejar caer la piedra de la violencia que cada uno lleva en sus manos. Por esto invitó a cada uno a pedir perdón por sus sentimientos de violencia y odio, escribiéndolos sobre unos papeles que después fueron quemados simbólicamente en un brasero. Al final, haciendo referencia a las palabras del Papa Francisco en Lampedusa, ha dicho que la sangre de los linchados ofende a Dios y que la del último linchado llega hasta Dios y que Dios nos preguntará: ¿dónde está tu hermano? Las víctimas de los linchamientos, concluyó el Padre Abel, culpables o no, son nuestros hermanos y nosotros somos responsables de ellos.
En su mensaje, también la Comunidad ha recordado a la última víctima del linchamiento, afirmando que, aunque su nombre todavía sea desconocido, no lo es para Dios que conoce, ama y perdona a todo hombre. Haciendo suyas las palabras del Papa Francisco, la Comunidad ha invitado a todos a no tener miedo de la bondad y de la ternura, a tener como modelo la mansedumbre de Jesús. Al final ha recordado que la violencia de los linchamientos sólo genera más odio y más violencia, y que cada uno puede ser fácilmente víctima del linchamiento.
Después de la oración, Radio Mozambique ha invitado a un representante de la Comunidad de Sant’Egidio a participar en un debate radiofónico que tuvo lugar el 22 de agosto a las 20.00 hs. Durante el debate han emergido datos de la policía atestiguando que en la región de Sofala (de la que Beira es capital) durante el último año se han denunciado 8 casos de linchamiento, pero que ninguno de estos tuvo lugar en el barrio de Munhava (donde en el pasado se han producido muchísimos linchamientos) después de que la Comunidad de Sant’Egidio organizara en la parroquia del barrio una oración por la paz y la reconciliación para detener la práctica del linchamiento como modo de hacer justicia. En las llamadas al estudio durante la transmisión radiofónica, muchos ciudadanos se han pronunciado de acuerdo con la Comunidad en que el linchamiento no detiene la violencia y en que es cada vez más necesario encontrar otros caminos, como el de la oración. |