sábado 17 de mayo unos 150 jóvenes de entre 10 y 14 años, de los grupos de los Jóvenes por la Paz de la Comunidad de Sant’Egidio fueron a visitar las Fosas Ardeatinas.
En el 70 aniversario de la masacre que tuvo lugar el 24 de marzo de 1944, durante la ocupación nazi, los jóvenes quisieron recordar un acontecimiento que debe permanecer en la conciencia colectiva de la ciudad.
Los jóvenes recorrieron el cementerio memorial. Los nombres de las víctimas, muchas de las cuales eran parientes entre sí, hablan de historias de dolor, de vidas rotas, como la de Duilio, carpintero de 15 años, que murió junto a su hermano Guido Cibei.
Ante el memorial, leyeron unos textos: testimonios de los parientes de los asesinados, o notas que dejaron ellos mismos en el lugar de la ejecución, muchas de las cuales eran oraciones. Una de ellas reza: "Dios, mi gran Padre, te rogamos que protejas a los judíos de las bárbaras persecuciones".
Son palabras que provocaron una fuerte emoción entre los jóvenes. "Me ha sorprendido –dijo Agnese, de 13 años– que en un momento tan trágico e inhumano, la última oración a Dios no sea para uno mismo, sino por la protección de los judíos de las persecuciones".
Mario, de 12 años, afirmó: "lo que hemos visto en las Fosas Ardeatinas nos impulsa a no mirar hacia otro lado sino a ser solidarios con todos".
La visita terminó con una procesión silenciosa y colocando una corona de flores, que lleva el nombre de los Jóvenes por la Paz, bajo la lápida que recuerda a todos los caídos.
Para terminar la jornada de recuerdo, los Jóvenes por la Paz realizaron otro gesto, que destaca su compromiso contra toda forma de violencia y de indiferencia.
Desde las Fosas Ardeatinas fueron al santuario del Divino Amor, lugar donde muchos romanos iban a rezar por el fin de la guerra, y se unieron a la oración por la paz en Ucrania y en el mundo entero de la Comunidad de Sant’Egidio. |