Miles de jóvenes de toda Asia se reunieron hace unos días en Seúl con motivo de la Jornada de la Juventud Asiática junto al papa Francisco. Estaban presentes también los jóvenes de las Comunidades de Sant'Egidio de varios países de Asia, entre los que están Corea, Hong Kong y las Filipinas.
Fueron días intensos, de oración, de amistad y de solidaridad. "Asian youth, wake up!", jóvenes de Asia, despertaos, dijo el papa Francisco a los jóvenes, recordando que no representan solo el futuro de la Iglesia, sino que son "una parte necesaria de la Iglesia de hoy, de aquella Iglesia que sirve a los pobres, a los que están solos, a los enfermos y a los marginados".
Oración por la paz y la reconciliación, recuerdo de los cristianos perseguidos en el mundo, reparto de cena a los sin techo de Seúl, comunicación del Evangelio: los jóvenes de Sant'Egidio de Asia quisieron de este modo acompañar los momentos de reflexión y de oración vividos con el papa Francisco junto a muchos de sus coetáneos.
Con la liturgia del 17 de agosto en el santuario de Haemi, lugar del martirio de muchos cristianos coreanos, terminó la Jornada de la Juventud Asiática. Sin embargo, siguen vivos en muchos jóvenes el entusiasmo y la alegría de un Evangelio que hay que vivir y comunicar en el gran continente asiático. La próxima etapa será Indonesia, donde en 2017 se celebrará la 7ª edición del Asian Youth Day.
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