«Dios está presente en medio a nosotros, hermanos y hermanas, cuando vemos la esperanza en los ojos de un niño obligado a dejar su casa y su ciudad, Mosul en Irak, hacia un destino desconocido. […] Dios está presente entre nosotros, cuando vemos un padre que ha perdido a toda su familia – padre, madre, mujer y dos hijos – a causa de los atroces actos homicidas sucedidos en Sadad, en Siria – y es capaz de sonreír todavía serenamente y de aceptar tranquilo la voluntad de Dios porque  él sabe que está a su lado en su dolor. »: ha dicho Su Santidad Mor Ignacio Efrén II, Patriarca di Antioquía y de todo Oriente el Jefe Supremo de la Iglesia  siroortodoxa universal en su homilía que ha abierto el encuentro organizado por la Comunidad de Sant’Egidio Peace is the Future, Religion and Cultures in Dialogue 100 Years after World War I, que se celebra en Amberes desde el 7 hasta el 9 de septiembre.
 
Han participado  también en la liturgia ecuménica, que se ha celebrado en la antigua catedral de la ciudad, la Onze-Lieve-Vrouwekathedraal, numerosas delegaciones de las Iglesias orientales y de las reformadas.
 
Mons.  Johan Bonny, Obispo de Amberes, en su homilía ha dicho: «Nuestro deseo es dialogar los unos con los otros en un clima fraterno y de reconciliación. Queremos comunicar también una idea a nuestra sociedad y a la comunidad mundial. Como religiosos necesitamos con urgencia un mundo más pacífico y estamos preparados a trabajar para lograrlo».
Recordando los 100 años desde el estallido de la primera guerra mundial ha añadido: «Durante estos días recordamos devotamente a todas las víctimas de la primera guerra mundial. Y no solo a ellos. Nos sentimos cerca de todas las victimas de todas las guerras y de la violencia de nuestros días, en tantas líneas del frente esparcidas por todo el mundo».
 
Al finalizar la celebración, todos los líderes de las distintas comunidades cristianas han salido a la plaza y el patriarca Mor Ignacio Efrén II ha recibido el saludo de muchos ciudadanos de Oriente Medio refugiados en Bélgica tras la guerra, preocupados por el destino de sus ciudades y de sus tierras.