La Comunidad de Sant'Egidio se suma con honda convicción a la denuncia que el papa Francisco hizo de la "locura de la guerra" desde los lugares en los que hay enterradas miles de víctimas europeas del primer tremendo conflicto mundial.
Así lo ha declarado el presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo, al mismo tiempo que ha destacado especialmente la condena sin paliativos de la producción y comercio de armas que hizo el Papa en términos especialmente duros.
"La locura de la guerra, la aspiración de los pueblos a la paz y el cinismo de la producción bélica –ha dicho Impagliazzo– son temas sobre los que la Comunidad de Sant'Egidio ha reflexionado en los días pasados durante la Oración por la Paz de Amberes, junto a más de 300 líderes religiosos, personalidades políticas, hombres de cultura, humanistas y miles de jóvenes provenientes de todo el mundo. Las palabras del Papa nos alientan a continuar el camino emprendido junto a muchas mujeres y hombres de buena voluntad amantes de la paz y comprometidos en superar los conflictos que todavía dividen a la familia humana".
"Solo recogiendo el dolor y el llanto de las víctimas de las guerras pasadas y presentes, como ha dicho el papa Francisco, se puede encontrar la fuerza para trabajar realmente por la paz"
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