Lilongwe, Malawi: Ceremonia de apertura de la Conferencia Internacional sobre los Ancianos: “La vida empieza a los 60 años!”
3 de junio de 2010
El pasado 2 de julio, en Lilongwe, capital de Malawi, tuvo lugar la ceremonia de apertura de la Conferencia Internacional “Ageing in Africa: Sensitizing the Nations”: un congreso sobre las personas ancianas en el continente africano, a menudo marginadas y objeto de violencia.
La idea de la conferencia nació en Roma el año pasado, durante un encuentro entre el presidente de Malawi y Andrea Riccardi. Ha sido posible gracias al trabajo conjunto de la Silver Grey Bingu Foundation (fundación del presidente de Malawi para ayudar a los ancianos) y la Comunidad de Sant'Egidio.
Aceptaron la invitación a participar en la conferencia internacional: académicos, responsables políticos, organizaciones no gubernamentales, asociaciones y administraciones de muchos países: Malawi, Gana, Uganda, Zambia, Mozambique, Sudáfrica, Italia, Suecia y Bélgica.
Los objetivos principales del congreso son: promover una nueva situación social para los ancianos en África, estudiar la experiencia de Europa de asistencia a los ancianos, sensibilizar a los países africanos sobre la necesidad de garantizar el bienestar de la población anciana.
La conferencia empezó con el discurso de Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, que subrayó que la iniciativa es algo único y nuevo en África, porque abre una reflexión euroafricana sobre el tema de los ancianos, que en África constituye un tema todavía por afrontar. Hay que superar una idea que lleva solo a la institucionalización, que no permite que los ancianos vivan la hermosura del don de una larga vida. Demasiados ancianos viven sus últimos años lejos de su familia, de sus seres queridos, encerrados en residencias o en centros donde la vida termina de manera triste. Marco Impagliazzo también recordó la historia de la Comunidad de Sant’Egidio con los ancianos de Roma al mundo en los últimos cuarenta años, en los que la Comunidad ha conocido a muchos ancianos, los ha amado y los ha ayudado a vivir. Una ayuda que se ha traducido en proximidad, amistad, atención y compañía. Y también cultura, ayuda médica, sanitaria y social. La experiencia de la Comunidad de Sant’Egidio fue el centro del debate, sobre todo la propuesta de reconstruir alrededor de los ancianos la familia que falta, devolverles aquel amor que les permite vivir. Marco Impagliazzo pidió que el congreso no quedara como un hecho aislado, y que se repitiera en Malawi y en otros países africanos. También pidió que se unieran los esfuerzos africanos y europeos para encontrar los motivos del respeto, de la solidaridad, de la humanidad hacia los ancianos.
Intervinieron E. Mkandawire, Directora Ejecutiva de la Bingu Silvergrey Foundation y Reen Bessie Kachere, Ministra de las Personas con Discapacidades y de los Ancianos, que saludaron a los participanes y renovaron su compromiso en la lucha por un futuro distinto para los ancianos.
El Congreso se abrió oficialmente con la intervención del Presidente de Malawi, Bingu wa Mutharika, que este año también ocupa la presidencia de la Unión Africana. Tras agradecer a la Comunidad de Sant’Egidio por la realización de la conferencia, afirmó que la institucionalización no es la solución a los problemas de los ancianos. En Malawi hay muchos ancianos marginados, dejados solos y a veces considerados brujos. “Los ancianos no son el mal", dijo con fuerza. El presidente reafirmó su compromiso para que los ancianos tengan un lugar en la sociedad, sean ayudados a quedarse en su casa y sean considerados ciudadanos de pleno derecho, afirmando que una sociedad que no respeta a los ancianos no tiene futuro.