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Roma – En Santa Maria in Trastevere miles de personas se reúnen en oración por los niños gitanos rom que murieron en un incendio la tarde del domingo 6 de febrero
Ayer en la basílica de Santa María in Trastevere se reunieron miles de personas de toda generación y proveniencia, para recordar a los cuatro niños que murieron trágicamente, para estar junto a la familia de los pequeños, y para recordar a tantos y tantos niños rom que en los últimos años han perdido la vida por la pobreza y por las dificultades en las que se ven obligados a vivir. La iglesia, abarrotada, fue el signo de un dolor compartido y de una esperanza, como subrayó el presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo, en su saludo final: “La imagen de esta basílica es nuestra esperanza: es posible convivir en Roma. Aquí hay ciudadanos de Roma: rom rumanos, ciudadanos de muchos otros países que buscan una esperanza. Hoy, en esta casa de Dios, todos somos romanos porque hemos encontrado y querríamos encontrar cada vez más en esta ciudad una patria común.Que esta sea nuestra ciudad: ciudad de todos sin divisiones ni discriminaciones. Esta iglesia, este día nos dice que es posible convivir en paz".
La Comunidad de Sant'Egidio y los gitanos El programa "Derecho a escuela, derecho a futuro" Dossier "Rubattino": solidaridad y desalojos de gitanos en Milán |
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La trágica muerte de los cuatro niños rom en el incendio de su acampamento nos pone “a todos una pregunta: ¿podíamos hacer algo para evitar aquella muerte injusta?”. Son palabras de la homilía del cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la ciudad de Roma, durante la vigilia diocesana de oración organizada por la Comunidad de Sant’Egidio. “La muerte de Sebastian, Patrizia, Fernando y Raul es como una piedra que pesa sobre nuestro corazón y nos invita a un profundo examen de conciencia, cada uno por su parte de responsabilidad”, continuó el cardenal.
