Desde hace tiempo los habitantes de Maroua, ciudad del norte de Camerún, entre Chad y Nigeria, viven en una situación de inseguridad y miedo a causa de la cercana presencia de Boko Haram. "Queremos vivir en paz, decir a todos que la paz es hermosa y nosotros aquí la aprendemos", son las palabras de los niños de Djarengol, barrio de Maroua, que el martes pasado volvieron a la Escuela de la Paz de la Comunidad de Sant'Egidio. Un lugar donde los más pequeños no solo pueden estudiar (y para ellos Sant'Egidio en Camerún ha recogido libros y material escolar), sobre todo aprenden a crecer juntos y a decir no a toda forma de violencia.
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