El Día internacional de oración y reflexión contra la trata, recibimos una buena noticia desde el Congo. Se trata de la historia de Moïse y Samuel, dos niños de la calle a los que la Comunidad ha acogida, les ha dado una casa, una familia y... una identidad.
No tenían papeles porque nunca les habían inscritoen el registro civil. Eran "invisibles". El primer paso fue inscribirles en el registro civil. Luego fueron acogidos en la casa familia dedicada a Juan Pablo II. Allí, con la ayuda de la Comunidad de Sant'Egidio, empezaron a estudiar. Recuperaron la relación con su familia, se la que los niños se habían distanciado. Ahora han terminado con éxito un curso de formación profesional, uno como mecánico y el otro como soldador especialista.
Nos sumamos al llamamiento del papa Francisco: "Escuchemos el grito de muchos niños esclavizados, ¡que nadie sea indiferente a su dolor!".
Se empieza con un documento de identidad, que protege de la ilegalidad, de la explotación, de la trata, y permite participar en la sociedad, dando la posibilidad de estudiar, trabajar y viajar legalmente. La inscripción en el registro civil de los menores es una respuesta que ayuda a prevenir la explotación y da un futuro a los jóvenes.
Para saber más: el programa BRAVO.
|