Un abrazo entre jóvenes ucranianos y rusos en la jornada final del IV Encuentro Internacional "Jóvenes europeos por un mundo sin violencia" manifestó de manera elocuente el espíritu y el mensaje del encuentro de estudiantes universitarios y de instituto de la Europa centrooriental organizado por la Comunidad de Sant'Egidio. "De aquí nace una nueva esperanza por un futuro de paz", afirmó una joven ucraniana, mientras que un joven ruso dijo: "Hoy por desgracia es raro que jóvenes de nuestros países estén juntos en un espíritu de paz. Si ha sido posible aquí, lo puede ser en cualquier parte".
El día anterior fueron justamente una joven de Moscú y una de Kiev quienes leyeron juntas primero en ucraniano y luego en ruso las frases conclusivas del llamamiento lanzado por los mil jóvenes en una emocionante ceremonia en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
Una marcha silenciosa llevó a los jóvenes provenientes de Rusia y Ucrania, Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Rumanía, Georgia e Italia, desde la puerta de entrada del campo hasta el monumento que hay en los hornos crematorios siguiendo las vías por las que llegaban los trenes con los deportados. Algunos jóvenes en representación de los países de proveniencia de los participantes en el encuentro depositaron dos coronas de flores, una delante de la lápida en memoria de las víctimas judías y la otra delante de la lápida en memoria de las víctimas gitanas.
La ceremonia terminó con una intensa jornada de visita al museo del campo de concentración de Auschwitz. Ver los lugares, conocer los testimonios, leer las historias, ver los rostros de los deportados, cuyas fotos se muestran en los bloques del campo, hizo que los jóvenes entraran en contacto con el recuerdo de la vida diaria en el campo.
En Auschwitz, cien años después del inicio de la Primera Guerra Mundial, se proclamaron solemnemente un distanciamiento de la guerra y una clara opción por la paz, como reza el llamamiento:
"La guerra se vence solo con la paz. La paz se construye con audacia. Sin la paz no hay futuro, ni para los vencedores ni para los vencidos. Nuestro mundo ha perdido ideales. Nosotros tenemos un ideal por el que vivir: la paz es realmente el futuro para todos".
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