ProFuturo, España
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Ante todo, querría agradecerles que me hayan invitado a compartir con ustedes una iniciativa que puede ayudar a crear una sociedad más inclusiva, ProFuturo.
Hace pocos meses tomé la decisión de abandonar mi cargo de presidente y administrador delegado de Telefónica, una de las empresas telefónicas líderes del mundo tras dieciséis años en el cargo. Quería dedicar mi tiempo a contribuir a construir una sociedad mejor y más justa. Durante el tiempo que trabajé en Telefónica vi el impacto que la educación tiene en la vida de las personas. Empezamos en América Latina, pero ahora es el momento de ser ambiciosos. Estoy firmemente convencido de que la educación es la clave del progreso en la sociedad y en el bienestar individual. Es el instrumento más potente para reducir la desigualdad y sentar las bases de un crecimiento sostenible en el mundo, especialmente en las zonas en vías de desarrollo. Más de 50 millones de niños en el mundo no tienen acceso a ningún tipo de educación. No les podemos abandonar. Todos ellos merecen tener una educación. La educación del siglo XXI es muy distinta de la de hace apenas unos años. La revolución digital que vivimos será más importante de lo que fue la revolución industrial. En el pasado, ninguna generación vivió el nivel de cambio al que estamos asistiendo. No es una era de cambios sino un cambio de era. Un tiempo nuevo en el que la tecnología puede liderar un cambio exponencial en el desarrollo de nuestras sociedades, creando bienestar social de enorme calado. Algunos consideran que la irrupción de la tecnología llevará a un mundo menos justo y que eso comportará una globalización agresiva y, como consecuencia, a una mayor desigualdad. Sabemos que pasará justo lo contrario. Sabemos que la tecnología permitirá una mayor difusión de sus beneficios. Tiene el potencial de reducir la desigualdad entre las personas y de mejorar las condiciones de vida de todos los seres humanos. Gracias a la tecnología digital podemos garantizar el acceso a una educación de excelencia a todo el mundo. Hoy es posible ofrecerle a un niño de una comunidad pobre de África la misma experiencia educativa que a un niño de Berlín. El objetivo de ProFuturo es utilizar la tecnología para salvar la distancia educativa. Esta no es solo una afirmación vacía porque no partimos de cero. Hace años que trabajamos, y desde finales de 2015 ya hemos logrado que más de 2 millones de niños y niñas de países en vías de desarrollo de América Latina puedan estudiar. Son niños en situación de riesgo cuyas vidas se han transformado. Muchos de ellos ahora van a la escuela y buena parte de ellos tienen un trabajo cualificado. Eso demuestra que la educación tiene el poder de transformar la vida de las personas y que nosotros podemos marcar la diferencia. Esperamos llegar a otras zonas geográficas con una atención especial a aquellos que se ven obligados a huir de su tierra, los refugiados. Tenemos la ambición de llevar la educación a al menos 10 millones de niñas y niños en situación de riesgo en solo 5 años. Si el número es importante, para nosotros es fundamental lo que llamamos calidad. El objetivo es acompañar a estos niños durante todo su recorrido educativo para garantizar que aprovechen realmente las nuevas oportunidades.
Para garantizar la calidad de la experiencia educativa tenemos varias herramientas que ya hemos utilizado sobre el terreno:
- soluciones digitales de eficacia probada;
- una metodología que garantice un impacto sostenible, que incluya la formación de los profesores y certificaciones de las ONG;
- contenidos didácticos que incluyan competencias básicas.
También podemos ofrecer apoyo financiero para empezar esta experiencia y los mecanismos que garantizan que continúa la captación de fondos.
Sabemos que este desafío no lo puede afrontar una persona o una organización. Ya estamos en contacto con algunas instituciones privadas y públicas. Pero necesitamos la ayuda de otros socios en el mundo. Por eso les presentamos esta iniciativa, un programa abierto a todos aquellos que quieran sumarse más allá de las convicciones religiosas. ProFuturo es nuestra pasión. Estamos convencidos de que tenemos una oportunidad única para utilizar la tecnología para acelerar el desarrollo y el bienestar social a través de la educación digital. Espero haber podido transmitirles un poco de esta pasión y en estos pocos minutos. Estaremos encantados de compartir con ustedes más detalles en los próximos días.
Gracias por su tiempo.
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